martes, 5 de julio de 2011

Cualidades del melón

El melón contiene una altísima cantidad de agua (90-95%) y una cantidad de azúcar (6%) inferior a la de otras frutas. Este hecho, unido a que apenas contiene grasa, hace del melón una de las frutas con menor contenido calórico. Aporta una cantidad apreciable de diversas vitaminas y minerales. Concretamente 100 gramos de melón sin corteza proporcionan la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C, y junto a la naranja es una de las frutas con mayor contenido en ácido fólico.

También hay que destacar el alto contenido de provitamina A (principalmente beta-caroteno). Los beta-carotenos, además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, parecen ejercer un papel importante en la prevención frente a diversas enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, cataratas y degeneración macular senil, dada su capacidad antioxidante y moduladora de la respuesta inmunitaria.

En cuanto a los minerales, cabe destacar su riqueza en potasio, aunque también contiene cantidades apreciables de fósforo, hierro y magnesio. El alto grado de agua de esta fruta estimula los riñones para que funcionen con más eficiencia, facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas, mejorando la función renal. También está indicado en estados de deshidratación acompañados de pérdidas minerales (diarreas, sudoración abundante y crisis febriles).

Proceso de recolección de los melones

Uno de los momentos más delicados en el proceso de cultivo del melón es el momento de la recolección. Es espera siempre a que el melón alcance un mínimo de 12 Brix de azúcar, punto que se considera el grado óptimo a partir del cual se puede consumir esta fruta. Teniendo en cuenta este parámetro y asumiendo que la mayoría de subvariedades del melón piel de sapo van adquiriendo azúcar tal como avanza su maduración, siempre garantizamos una fruta dulce y con un aguante considerable.

Bruñó asegura en todo momento la trazabilidad de su producto a través de unos controles que empiezan con la obtención de los cuadernos de campo de cada cultivo, continúan con el seguimiento del transporte del producto hasta la Central de envasado y finalizan con el proceso de volcado y selección de cada lote. El envases siempre identifican el origen del producto y la fecha de envasado con el fin de reflejar la identidad concreta del melón y poder detectar cualquier anomalía que pudiera acontecer en la última fase de comercialización del producto.


Una de las señas de identidad del proceso de selección que seguimos en la Central de Envasado es la selección manual que realizamos pieza a pieza de todos los melones que comercializamos. Esta selección es realizada por un equipo de profesionales especializados en esta fruta que conocen las características para asegurar que un melón sea el apropiado para una u otra calidad.

Lugares de cultivo del melón


En el proceso productivo del melón destacamos dos temporadas bien diferenciadas. La de producto nacional y la de producto de otros países. La diferencia fundamental estriba en que la temporada nacional coincide con los meses de primavera y verano que son, por las temperaturas del país, los idóneos para el consumo de esta fruta. En las estaciones de otoño e invierno, debido a la climatología de España, no es compatible el cultivo del melón y a pesar de que su consumo es inferior que en las otras estaciones, tiene un consumo estable.

En España destacamos tres zonas productoras por su volumen y calidad: Almería, Murcia y La Mancha. En otoño, invierno y principios de primavera este cultivo se centra en Brasil, Panamá, Costa Rica, Senegal y Marruecos. Aunque existe un interés notable por el cultivo en otros países que, por su clima, puedan desarrollar este cultivo.

La mayoría de las plantaciones siguen la normativa Globalcap o Producción Integrada, controlando al máximo el uso de productos fitosanitarios en estas plantaciones.